Enric Grau i Calafell (Manresa, 02/04/1908 i Marsella, 14/09/1992), va ser un militant manresà de la CNT i de la FAI dels anys 20 i 30. Aquest text relata amb summe detall aspectes clandestins i conspiratius habitualment desconeguts i ens mostra el funcionament d’aquells grups anarquistes implicats en les insurreccions de l’època. El text té valor no sols per aquest aspecte sinó per ser un relat de memòria local manresana des del punt de vista de la militància anarquista. Grau va passar pels grups d’afinitat anarquista i més tard va exercir càrrecs orgànics en la FAI, de la qual va ser secretari de la Federació Local de Grups Anarquistes de Manresa i en la CNT, arribant a secretari del Comitè Intercomarcal en 1936. En la guerra va ser membre del Comitè Revolucionari Antifeixista de Manresa, representant a la FAI i exercint la funció d’organitzar les primeres milícies que van partir de la ciutat. Precisament la Guerra Civil és el punt feble d’aquest relat, que s’explica perquè Grau ja havia d’estar cansat d’escriure.
Aquest document de 78 pàgines manuscrites procedeix dels papers de Pedro Flores, guardats en el Arxiu Comarcal del Bages. Tots dos militants anarquistes van intercanviar quantiosa correspondència entre els anys 60 i 80. Flores estava escrivint la història del moviment llibertari i anarcosindicalista de la comarca i Grau era una de les seves principals fonts primàries. En les seves cartes hi ha un interès evident de situar correctament els fets i de recordar els noms dels militants. Encara que no s’indica la data, la carta va haver d’estar escrita entre 1978 i 1980 i segurament li va servir de base per a unes memòries escrites en 1985 anomenades “Recorregut per la meva vida”.
Finalment, cal indicar que el text, relatat en llenguatge molt senzill, propi d’un autodidacta, conté tants errors ortogràfics i sintàctics que no poques frases s’han hagut de corregir per a facilitar la seva comprensió, especialment en el que concerneix a puntació i accentuació. La majoria dels errors en les preposicions s’han deixat intactes perquè serveixin per a transmetre millor el caràcter de Grau. Hem afegit algunes notes explicatives i a més s’ha intentat completar els noms dels militants en la mesura que sigui possible.
Octubre en otros pueblos
Navàs hizo la revolución a su manera. Esta Federación Local, los sindicatos, los adherentes los había de todos los sectores con tal de [a]salariados tenían cabida a la organización siempre y cuando respetasen los principios de la CNT. Así ha sido siempre y así se apesava [pasaba en] los sindicatos del Bages, pues el 6 de Octubre, republicanos, socialistas y comunistas del Bloc Camperol, y los del sindicato confederal, y los que no lo eran, las tres cuartas partes del pueblo todos guiados por el mismo principio [de] terminar con los cavernícolas.
Por la mañana los compañeros Pasarisa, Bous, Patri y Cabra1 pasaron a recoger las armas de los reaccionarios que [se] las entregaron sin ninguna resistencia. Esto según el decir de los compañeros en cuestión. Fueron con la mano al bolsillo con armas en su poder, se hicieron dueños del pueblo y como siempre la España Católica y Apostólica y, con más fuerza que ningún otro país, pero también porque sus servidores han convertido los templos en fortines y los abusos que en nada tienen a ver con la filosofía de Jesús abusando en toda la línea.
Así es que el pueblo de Navàs lo primero que se les ocurrió es ir a la iglesia en busca del cura porque tenía a responder de algunas fechorías que nos las hizo en nombre de Cristo. Tal como prostituir a muchachas jóvenes aprovechando en unas circunstancias que el pueblo estaba atenazado por el hambre. Como no se encontraba o, no lo encontraron porque estaba escondido, se les dio la idea de pegar fuego a la iglesia. Pero cuando estaban contemplando los efectos del incendio, de golpe las campanas tocaron [a] duelo y como nadie creía milagros vieron al cura que, sin necesidad de Sacristán, tiraba de la cuerda hasta romperla para que fueran a [a]pagar el incendio. Pero lo que le pudo pasar aquella misma noche se le apagó la luz de su vida. No muy honorable, por cierto.

Portada del diari catòlic i catalanista El Matí del dimarts, 16 d’octubre de 1934.
Ni siquiera pensar que cuando se volvía la tortilla, la escuela y sus maestros Teruel y Call, que no creo que esperarían que les hicieran la visita. Las pocas escuelas racionalistas siguieron el mismo fin, a más del compañero Díaz que, como hemos dicho, que dio con sus huesos en la cárcel.
Los compañeros de Gironella, siguieron el movimiento, pero nada hubo de particular. Lo mismo que Manresa siguieron los acontecimientos, lo único que levantaron barricadas a pesar de ser compañeros de una responsabilidad a toda prueba no podían hacer otra cosa que la de esperar. Nicolau, Faure, Viladomiu, Llinas, Lladó, Segal y hermanos2. Todos ellos eran dueños absolutos de la situación, solamente que tuvieron que inclinarse ante la fuerza. Como no, el compañero, que todavía guarda las cicatrices de cuando fue atentado por orden de los cavernícolas de la comarca, [no] le faltaban ganas de pasar a la acción y mucho más si le hubieran podido poner la mano encima del [al] nefasto pistolero, Juan de la manta. Estas cosas no se olvidan que cuando se llega al a fin de la meta, aunque todo esto se ha terminado, pero por desgracia todavía quedan individuos que están dispuestos a comenzar. No se han cansado, aunque durante cuarenta años se han cubierto de sangre y los más cínicos tratan las víctimas de asesinos.
En cuando a la colonia Manent los compañeros Ubach, Flotats, Ferre, Frare, Mascaró, y Pasarisa, hermanos3 todos ellos dispuestos siempre a la acción. Con sus iniciativas llegaron hacer un botín de armas arrancadas a la reacción. Solamente [Sin embargo] a consecuencia de una falsa maniobra faltó poco [para] que no son [fueran] cogidos en plena acción gracias al ojo clínico de Pasarises, que se dio cuenta y escaparon a tiempo. Diez minutos después de caminar [huir], guardias de asalto estaban a la colonia preguntando lo que pasaba y como todo el mundo estaba tranquilo sin la menor egitacion [agitación] se tuvieron de volver por el mismo camino que habían venido, a disgusto de los chivatos [a los] que les falló el golpe.
De Sallent, donde más se destacaron fueron los compañeros de las minas, a parte el compañero Corbera del ramo de la construcción y algunos más, por la actividad social de las minas eran sus consecutivas huelgas ya de los tiempos atrás, de la cual la más dura fue el comité de huelga los compañeros Vega, Antonio Moreno, Zaes y Perales4 que se hicieron respetar con hombría y coraje, sobre todo el compañero Vega, que siendo un perito en el arte de la mina discutía con fundamento de causa dejando a los mismos capataces en confusión. Todos ellos y los compañeros en general en todas las circunstancias hicieron prueba de su coraje.

Cal Manent (tambè coneguda com Cal Riera). Colònia industrial tèxtil a Puig-reig, situada a la dreta del Llobregat.
La clandestinidad durante el bienio negro
El 6 de octubre terminó de la manera más lamentable. Ni los gritos histéricos de Dencàs por la amisora [emisoria] ni el ejército de escamots con Badia y Pérez Farras, coronel de mossos de escuadra, fueron capaces de hacer nada que fuera digno de una gesta histórica y memorable, porque al primer cañonazo del general Batet la revolución fue aplastada.
El bienio negro tuvo las manos libres, las cárceles llenas de todos los sectores que estaban en oposición con el gobierno cavernícola. Pero como tenía de ser el resultado, la mayoría que llenaban las cárceles eran siempre los de la FAI y la CNT. Primero los que la represión de la Generalidad metió en detención que no por eso los pusieron libres. Al contrario, cogieron otros, que así aumentó el número. Así es que a la cárcel de Manresa ya no eran solamente los familiares y amigos de los anarcosindicalistas [quienes] iban a ver a los presos. También los republicanos que tanto habían hecho para hacernos poblar la mazmorra manresana tuvieron el honor de poblarla, y con el alcalde Marcet como presidente. Así pudieron darse cuenta sus familiares lo que es ir a visitar [a un] preso que no tiene otro objetivo que luchar contra la tiranía, que es por el único delito que han estado encerrados.
La trágica comedia terminaba para los militantes de la confederación y la FAI. El trabajo siguió su curso, sus reuniones clandestinas, prensa clandestina y todo el que es necesario. Salía La Voz Confederal, FAI y Juventud Anárquica, que corrían de mano en mano y ahora nos leían hasta aquellos que antes del 6 de Octubre nos querían matar. Nuestro arsenal en armas había tomado proporciones a nuestro caudal, con algunos fusiles abandonados, la dinamita siguió procedente de los mineros de Sallent. Se [la] iba recogiendo y poniéndola en depósito por los lugares de la ciudad previstos de avance, a cargo siempre de los compañeros de Defensa Plans y Soler5, hasta que su día llegó lo que tenía que llegar.

La Voz Confederal nº7 de l ‘any 1934. Portaveu dels Sindicats de la CNT de Catalunya.
El compañero Plans fue víctima de un chivato que lo dio a la policía. Dándose cuenta por azar que el compañero salía de una casa en ruinas que estaba al lado de la suya, el chivato en cuestión fue poco después para ver lo que había hecho allá y se encontró con un paquete de dinamita. Le faltó tiempo para denunciarlo a la policía. Tenía la costumbre el compañero Plans de poner el material en esta ruina de una manera provisional y luego después con el compañero Solé lo ponían en el lugar escogido, aunque veces iba solo. Pero el chivato, este asqueroso sujeto, le faltó tiempo para dar el soplo. Por suerte el compañero se dio cuenta de lejos que en la casa arruinada había movimiento y pudo evitar de no ser cogido, aunque el chivato de marras había bien dado su nombre. Casualmente era el casero suyo, puesto que estaba en alquiler en una de sus casas. Plans vivía con su madre, [que] era viuda y él era el único hijo que tenía. Quedó anciana y sola porque él tuvo que escapar como supuesto [sospechoso]. Así el chivato, comerciante en carbón con el alma más negra que el carbón que vendía, estuvo satisfecho. De un golpe se liberó de sus inquilinos porque la madre de Plans sin la paga de su hijo no pudo pagar el alquiler. Tuvo que refugiarse en casa de Soler que como por casualidad su madre también era viuda.
Hubo otro compañero que también fue víctima de un chivato, pero este fue mucho antes que Plans, el compañero Lairet [Aliet6] quien pagó las consecuencias de un error. Celebramos una reunión clandestina justamente por el lugar que él vivía y como era en la primavera y hacía buen tiempo, y el lugar era a las afueras de la ciudad y las casas solariegas, sus perros empezaron a dar el tostón. Esto y los campesinos que regaban se hizo sospecho a lo que algún rebasaire de aquellos lugares que conocía el compañero Lairet por referencias debía dar con el soplo. Y el día siguiente la policía hizo un registro en forma [que] le cogieron material del sindicato carnets y sellos y naturalmente un poco de material bélico y una pistola. Lairet era del ramo de la construcción. Tres fueron los compañeros que en su debido tiempo hubieron [de] huir perseguidos de Manresa, aventurando[lo] todo. Y gracias que pudieron escapar.
A pesar de todo, la vida continuaba y se seguía recogiendo material. Todo cuanto fuera útil para hacer frente la reacción. Porque en verdad sentíamos que se organizaba algo que pasaba de todos los límites de lo ordinario. La caverna se agitaba y los cavernícolas nacionalmente tomaban disposiciones que no daban lugar a dudas. Las visitas de Antonio Primo de Rivera a los fasistas [fascistas] italianos y a Hitler no era para contarse cuentos pornográficos. La CNT y la FAI, sus comités de Defensa se organizaban a las posibilidades de sus medios, y todo era puesto en obra empezando por sus Federaciones Locales y Comarcales hasta la Regional. Así es que a pesar que los compañeros caían o estaban obligados a partir perseguidos eran reemplazados por otros y las iniciativas eran acebtadas [aceptadas] por todos los que las presentaban.
Así es que en cierta ocasión el compañero Pere B. nos dijo que en la fundición Desveus habían llevado cascos de proyectil de la artillería del 7 1/5 con el objeto de fundirlos con el hierro y material viejo. A lo que indicó que cargándolos con dinamita podía hacer el efecto de una bomba. Tomando la idea como acebtable [aceptable] decidimos una noche de ir a buscar un casco y fuimos solamente dos para hacer el menos bulto posible. Dos podíamos hacer el trabajo más discreto. No obstante, habíamos discutido cómo habíamos de organizar la prueba después de tenerlo en nuestra disposición. Y lo hicimos de la siguiente forma: una vez afuera con el artefacto, lo metimos detrás de la vía del ferrocarril que iba abajo el rio. Se encargaría de ir a buscarla los compañeros Pedro B. y Isidro Arnau para llevarla debajo el puente del cementerio donde se haría la carga del artefacto. Mientras que el compañero Grau se encargaría de llevar un par de cartuchos de dinamita con fulminante y mecha bicfort. Una vez estaría dispuesta, Isidro Arnau se encargaría de llevarla dentro del cesto de pesca a un lugar dirección a la riera del Cornet, donde se haría la prueba en presencia de varios compañeros en un Domingo comprendido.
Todo marchó como deseamos, mismo el artefacto que pegó una explosión que no encontramos nada. Pero si no pasó nada fue juego de la suerte. Cuando hicimos estas operaciones ninguno había contado que siendo el veinte y uno de Febrero y siendo dueños de la calle los fariseos del catolicismo celebraron el milagro de la fiesta de la Luz de Manresa y aquella noche hicieron una procesión a toda pompa ¿Qué me había de pensar yo que se celebraba la procesión? Bajando por la Muralla avenida Bases de Manresa me encontré frente a frente con los tres mosqueteros de la reacción Gual, López y Alegre [que] cacheaban a todo bicho viviente y yo llevaba en la cintura dos cartuchos de dinamita el bolsillo de la americana [y] un pedazo de mecha con su fulminante.
Tomé una decisión instantánea, me dije “si te vuelves para tras o te vas al otro lado de la carretera automáticamente te harás sospechoso”. Seguí de frente aprovechando que bajaban varias personas a la vez, a lo que los tres mosqueteros no podían atender a todos a la vez lo que dio lugar que yo pasara a través, y con los cartuchos camino al lugar de la cita, donde me esperaban los compañeros, cargamos el artefacto y quedamos en lo convenido.
La Intercomarcal alto Llobregat y Cardoner seguía preparándose para hacer frente a los acontecimientos que se nos venían encima. Dispuestos estábamos a poner la vida en juego para que el fascismo no triunfara en España. Si todas las comarcas del territorio español hubieran hecho como la nuestra, sin ninguna pretensión, creo que el ejército o los generales que lo mandaban habrían terminado como terminó el general Godet [Manuel Goded] en Barcelona. Pero algunas comarcas no tuvieron la oportunidad, y otras no creían, o dudaban, de que [en] España se instalara el régimen dictatorial que había de avasallar cuarenta años nuestro país.
De los políticos ni hablar. Vivían confiados y no vieron el agua hasta que la tuvieron en el cuello. Y todo con estas tenían más miedo a la revolución social que al fascismo. Nos perseguían las izquierdas y las derechas nos llamaban atracadores y terroristas, vagos y maleantes. Todo cuando ocurría de desastroso era la FAI que lo había hecho, [ya] que no teníamos otro principio que la violencia. Si la violencia es admitida para unos, no veo por qué no será admitida para otros. La razón y la justicia cuando es atropellada, la libertad es[tá] en peligro y los que la quieren ha hogar [ahogar] en sangre es porque emplean el método de la fuerza. Entonces se impone la necesidad de responder con la violencia contra la violencia. Y es esto [lo] que hacíamos los militantes anarcosindicalistas. Por esencia filosófica, el anarquista no es partidario de la violencia, pero tampoco juzgamos de razón [razonable] de parar la segunda mejilla cuando ya te han dado a la primera.
Nos metieron más de un vigardo [“bigardo”, se refiere a un infiltrado] en nuestras filas. Los había que eran inteligentes con una cultura más que regular. Engañaban con una astucia digna de provocador profesional. [Con] su verbo revolucionario empujaban las masas a conflictos que a veces uno se pedía [preguntaba] qué razón había para tal o cual conflicto. Los había que eran burros a rebuznar y pronto se les veía las orejas. En nuestra comarcal salieron tres o cuatro. Pero el que fue más listo fue el Boy, que nos engañó a todos. Era falange [la] que nos [lo] había pasado por debajo la puerta. El otro fue el sargento López. Fue justo bueno para coger incautos que decían que era un tío con toda la barba [de confianza], por el solo hecho de leer la prensa confederal y anarquista delante del coronel del regimiento. Desde luego prensa clandestina. El comportamiento que tuvo durante la reacción de los hechos del 6 de Octubre dejó la prueba lo más palpable y aun más cuando fue localizado por el compañero Palliser7 que en este momento hacia el servicio militar en Manresa. Y por un hecho sin importancia que pasó en Valencia cuando estaba en [de] permiso, que el sargento de marras le preguntó por algo que él le daba mucha importancia. Porque [en] un individuo de esta naturaleza la inteligencia brilla por su ausencia y Palliser que ya no tenía ninguna confianza con él, le contestó con algo tan trivial que no podía hacer mal a nadie. No obstante, no dejó de tener su efecto porque la policía de Valencia fue al lugar indicado por el sargento, lugar que Palliser le había dado. Pero ya he dicho que no tenía ninguna importancia, lo importante fue que el chivo con aires de revolucionario fue definitivamente descubierto y ya no hubo lugar a dudas por [para] las que todavía no estaban convencidos.
Este es un caso señalado y ocurrido en la Intercomarcal de Manresa y Berga pero en todos los lugares donde había organización, esta clase de sujetos penetraban en nuestros medios, en todos los tiempos y en toda las épocas, sobre todo en los años 32 y 33, que la FAI había engrosado los grupos, allá donde tuvieron la oportunidad de penetrar los individuos de mala fe, los que en su vida no han hecho nada que fuera bueno.

Noticia de La Vanguardia apareguda al diari El Dia del 10 d ‘agost del 1935.
El Frente Popular
El 6 de Octubre de 1935 Manresa fue teatro de un terrible accidente, en la fábrica Carreras8, dicha [de] los Dolors, los albañiles encontraron la muerte, muerte terrible porque fueron abullentados [escaldados o hervidos vivos]. El entierro de estos parias del trabajo, fue una manifestación magna. Allá nos encontrábamos todos y cada uno ponía su opinión, pero lo más positivo es que entre todos se manifestaba una unión y un deseo de trabajar firme en todos los sentidos para terminar con toda la reacción, ya no local si no general.
Se volvieron a abrir sindicatos y centros. Entramos otra vez en la legalidad, reuniones y asambleas y puntos de contactos. Esta vez la Alianza CNT-UGT es un hecho, pero se quiere hacer más extensa esta alianza. La Confederación celebró una asamblea magna a la Cooperativa Obrera y en el orden del día había a tratar este tipo capital. Tomaron la palabra varios compañeros entre ellos Malsan, Pedro Cano, García, Valdés9 y todos estuvieron de acuerdo con la necesidad de una estrecha alianza, pero de una manera positiva y sincera. Los acontecimientos que se deslubravan [vislumbraban] imponían una labor por parte de todos y la Confederación era la organización de combate por la razón de haber hecho prueba de su capacidad revolucionaria. Los demás sectores manifestaban un entusiasmo indescriptible como el que dice con la Confederación tenemos más probabilidades de vencer el fascismo.
En tiempos anteriores, y en la clandestinidad, en el bosque del Suaña se había celebrado un pleno intercomarcal donde quedó la residencia [d]el comité Intercomarcal a Manresa los compañeros que lo formaron Manuel Ruiz [Cintas], como secretario, Ferrer10, Víctor Serra, Enrique Grau y otros que el tiempo ha borrado de mi memoria. Se trabajó con firmeza y voluntad organizando y coordinando estando siempre ojo avizor en todo y, por todo, esperando con presentimiento que algo tenia de ocurrir. Por razones de trabajo Ruiz tuvo que dejar el secretariado del comité y tomó por acuerdo de todos, el secretariado, Enrique Grau.
Con ellas vino el congreso de la CNT al cual, por razones físicas, el secretario del comité no pudo ir al pleno, que a su puesto fue el compañero Ferrer. Mayo casi estaba terminando, a lo que podíamos decir, que quedaba poco tiempo para llegar a la contienda: la más sanguinaria que [en] la historia de España se ha desarrollado.
Los preparativos del 19 de julio
El 17 de julio de 1936 recibimos una circular del comité Regional que nos ponía de manifiesto la situación grave de los momentos y nos aconsejaba de ponernos en contacto con todos los alementos [elementos] de otros sectores. Cuando nos íbamos a reunir con los comités locales y Intercomarcales de CNT y FAI llegó una comisión de los sindicatos de oposición [de la] que solo recuerdo el nombre de Marcel Augé que nos hizo parte de la situación. A la cual le contestamos que estábamos al corriente y precisamente íbamos a cambiar impresiones los comités, en virtud de una circular recibida por parte del comité Regional. A lo cual Marcel Augé nos dijo que la cosa era urgente y que si nos hacía nada si quisiéramos a darles en el local la decisión que tomaríamos nos recibirían gustosamente. Y, acto seguido, después de las impresiones tomadas decidimos presentarnos al local de la carretera de Cardona. El tiempo ha borrado de mi memoria los compañeros que me acompañaban en delegación y solo sé que cogí la circular de la Regional y allí que fuimos. Cuando llegamos estaban ya reunidos y discutiendo. Al ver nuestra presencia en el rostro se marcó la simpatía general de la asamblea. Todos habíamos comprendido que la hora de la realidad era la de marchar a la mano.
La presidencia empezó hablar de unión y fraternidad, a la cual yo abreviando les presenté la circular de la Regional y les rogué que la leyeran. Cosa hecha. Por su contenido comprendieron que eran inútiles los discursos, y manos a la obra. Se acordó de formar un Comité de Alianza Anti Facista [Fascista]11 que cupieran [cupieran] todos [los] sectores antifascistas y al mismo tiempo que se enviara una delegación por la comarcal para ponerles al corriente de la situación y de las decisiones tomadas por Manresa.
Enrique Grau, el que escribe, fue encargado por la CNT de la expedición. Tenía de acompañarme un muchacho joven del Partido Comunista. No me acuerdo si se llamaba Bonet. No vino al lugar de la cita debajo del reloj de casa Jorba. Cansado de esperar me fui al local del Partido Comunista en el lugar de la calle de la Miel. Estaban reunidos en una puerta cochera. Más bien parecía una cava. Entre todos apenas si llegaban una docena con el jefe, que era Dueso. Les dije que esperaba todavía su delegado y acordaron mandar otro. No sé si era Padilla. No puedo asegurarlo. [Sobre] Bonet sacamos en conclusión que el miedo le había aconsejado de irse a dormir. La cárcel le dio medio de ir otra vez.
Por todos los pueblos de la comarca del Llobregat nos atendieron muy bien, salvo uno que fue Puicrex [Puig-reig]. Villardaga, hasta con carnet y credencial de la Confederación, me metió en plena cara que tenía el derecho de dudar si era confederal. Delante de tal barrabasada le dije al delegado del Partido Comunista “vámonos, que nosotros ya hemos cumplido nuestro cometido. Ahora libre a ellos que hagan lo que mejor les convenga”.
Pasamos [a] Gironella. Como es de esperar los compañeros nos atendieron con interés. Viladomiu, Faure y otros tantos, por lo menos ellos no dudaron de si era o no confederal. Y acto seguido, camino de Berga. Sorpresa doble: a la entrada del pueblo la Guardia Civil estaba de control a la carretera. Nos hizo signo de parar y cuando paramos nos echó la bronca porque el chofer no había bajado la luz de los faros. Pidió los papeles y le metí en plena cara el carnet de la Confederación. Y [con] su voz insegura dijo, “cabo, son los de la Confederación”. El cabo contestó, “déjalos pasar”. Llegamos a Berga y la segunda sorpresa es que Casals12 y compañía se habían [ido] tranquilamente a acostar. Encontré un compañero de Fígols que en verdad no conocía, y fuimos por todos los lugares que frecuentaba[n] los de Berga. Y el resultado fue el que antes he dicho. Decidí de encargar al compañero de Fígols, [quien] al mismo tiempo que se prestó voluntario de encargarse de avisar el resto de la comarca hasta la Pobla de Lillet, para que el “tres tres”13 se pusiera manos a la obra con los compañeros.
A la madrugada llegamos a Manresa. El Comité se había constituido con una rapidez vertiginosa. Habían decidido de poner la residencia al Centro de Dependientes, pero estos se negaron. No quisieron tomar la responsabilidad de aceptar el Comité de Alianza Antifascista a su centro, cuestión de miedo. Así es que las primeras reuniones del Comité se celebraron a la Era de la Esquerra, y luego después decidieron pasar al Teatro Conservatorio. Se comprende [que] el local social de la CNT era incómodo por lo pequeño. Es cuando algunos días después en una reunión decidieron de incautarse el Casino de los burgueses manresanos que, en definitiva, quedó el Casino propiedad del pueblo.

Teatre Conservatori de Manresa al costat de l’Associació de Xofers Manresa-Berga [1936]
La guerra
Mientras de que por todas partes se organizaban sindicatos, a la cual el comité intercomarcal con nueva residencia de los Hermanos, que también los requisicionamos. Actos de afirmación sindical y organización de sindicatos en lugares que ni siquiera lo habíamos soñado. Toda una actividad febril que casi no nos dejaba ni tiempo de dormir.
Esto y la preocupación de los frentes y la organización revolucionaria que en verdad se cometieron tantas imprudencias que no sé cómo el local de la Era de la Esquerra no había saltado porque en varias ocasiones [a] los individuos se les disparaba el fusil de caza. Imprudencia que nos podía costar cara a todos, porque en un rincón había algunas cajas de dinamita. Yo creo que los vecinos respiraron todos cuando nos trasladamos a los Hermanos14.
A lo que concierne los primeros días, aparte [de] los fusiles que habíamos adquirido provenientes del 6 de Octubre, pistolas personales y el asalto a las armerías y el material explosivo, era escaso para hacer frente a los civilones si hubieran tomado el camino de la insurrección junto con el batallón de soldados. Pero fueron prudentes y la cosa no pasó a mayores. No obstante, recuerdo que con el compañero Diaz, maestro de escuela, fuimos a encontrar al alcalde Marcet y le pedimos armas y no con suplica si no con energía, porque nos habían dicho que las tenía. Pero no hubo nada hacer. Días después las entregó a los de la Oposición y gente de confianza, quedando entonces inferiores en armamento, pero superiores en número. Y lo que tenia de pasar, pasó. Tomaron pretensiones, y nos hacían alguna que otra que otra marranaria [marranería], a la que algunos compañeros estaban tan furiosos que hablaban de asaltar el comité. Esto y muchos que se fueron al Frente de Aragón, que salieron con el compañero Malsan y otros en distintas columnas, Durruti, Escaso [Ascaso] y otras, quedamos con pocas armas y muchos enemigos porque se les vio la oreja porque tenían ganas de hacer con nosotros por el resto lo de siempre.
El 5 de agosto, una vez que Malsan se fue al frente15, los comités me llamaron y decidieron de ponerme al puesto que Malsan dejaba, [ya] que era miembro del comité revolucionario. Y yo, el que escribo, tomé plaza integrándome al comité de milicias junto con el compañero Ferrándiz16.
[De] este último debo decir que fue regular conmigo. Todo cuando ocurría en nuestro departamento era regular, con responsabilidad correcta. Cuando por algo los oficiales del cuartel y oficiales de la guardia civil, que estaban juntos, llamaban el [al] comité subíamos al cuartel juntos. No quería ir nunca solo. Puedo decir [que] el compañero era leal y fraternizamos. Quizás habríamos manifestado siempre antipatía si no hubiéramos tenido lugar de actuar juntos. La prueba es que Ferrándiz a la hora de deslinde de campos17 volvía a la Confederación como todos casi los viejos militantes, salvo Marcel Augé que pasó al Partido Comunista. En verdad tenía madera de dictador. Para todas las consecuencias era autoritario, intrigante y practicante de la calumnia. Es el que más nos hacía obstrucción dentro y fuera del comité. Con las armas que le dio el alcalde se sentía ya sátrapa de primera categoría. No pagaba la pena de hacer artículos a El Diluvio contra Curbella18 por el estúpido asunto del jefe de municipales, cuando él salió del anarcosindicalismo para servir la dictadura del proletariado. Más tarde el otro fue a servir la dictadura azul. Después de todo no veo la diferencia los métodos son los mismos solo cambian los colores.
Tirando y aflojando, aguantando la camorra de los enemigos de la FAI dentro del comité y fuera del comité, en estos momentos también estaban liados con los del POUM, con los oficiales de Jesús Hernández, y los demás comprendidos. Ya sabíamos que no podíamos hacernos ilusiones. Por otra parte, algunos afiliados de la organización, de estos que comprenden lo que quieren, que también nos miraban de través [a] los compañeros que representábamos la organización al comité, no era un grano de anís a tomar. Corbella, presidente, Camps y Casasayes a la investigación, y yo Grau Enrique a las milisia [milicias] que representaba la FAI19.
Hicimos cuanto pudimos aguantando viento y marea con paciencia a prueba. Pero de golpe se produjo lo inesperado: llegó a Manresa un grupo de compañeros con Asencio y Soler20 a la cabeza y unos dos camiones. Con ellos venían de Barcelona y con armas en bastante nombre [número], tantas que con ellas formaron la Columna Tierra y Libertad, la que fue más tarde la 153 [Brigada Mixta]. No discuto la conducta de Asensio y Soler, sobre todo la del segundo, pero sí que debo decir que la postergación que nos habían impuesto se terminó radicalmente. Instalaron el cuartel general en el garaje de la Buena Vista, levantaron barricadas con balas de paja, y no pasaba ni bicho viviente que no llevara el aval de la CNT. Podían llevar el aval que representaba el comité, que estábamos todos, [pero] si no llevaba el aval confederal no había paso. Marcel y compañía estaban negros de rabia. En más de una ocasión me habían llamado diciéndome que representaba la actitud de las milicias de la Buena Vista. En mi fondo anterior me decía, “cabrones, pagáis lo que merecéis. Ahora somos nosotros los más fuertes”.
Esto no quiere decir [que] los compañeros que representábamos [a la CNT-FAI en] el comité en las reuniones con la organización pedíamos que cesara esta contradicción, en cuyo caso que esto habría sido más normal retirar los delegados del Comité Alianza Antifascista y tomar la hegemonía de la ciudad manresana, que si no digo una blasfemia lo hubiéramos hecho. Y por toda España de tomar la dirección del movimiento quizás habríamos perdido la guerra, pero por lo menos no habría habido tantos compañeros asesinados por la espalda, y la traición a la revolución no habría tenido lugar. Ni hubiera habido generales con la mentalidad de baja estopa como Líster y Campesino, ni arrastreros [rastreros] a lo Carrillo, todo un hatajo de asesinos que lo único que hicieron [fue] robar a cuenta de los rusos el Tesoro Nacional y matar soldados sin vergüenza alguna al paso de la frontera.21
Sea como sea, una vez más Manresa y la Intercomarcal dieron prueba que todos los años de propaganda y movimientos revolucionarios dieron sus frutos. Tierra y Libertad terminó de dar la prueba una juventud entusiasta y sabia porque se iba a batir por un ideal justo y humano y no como corderos [ya que] cada uno en si conservaba su propia personalidad.
Poco tiempo después la columna partió para el Frente de Madrid. Su actividad otros más competentes que yo les incumbe de hacerlo. A principios de Octubre se disolvió el comité y se organizaron los ayuntamientos. Pocos días antes el compañero Ferrándiz organizó la Centuria Roja22. Todo cuanto pudo reunir, Tierra y Libertad se lo había llevado todo y lo peor que pudo hacer el compañero Ferrándiz es llevarse como consejero técnico al capitán Ramírez de Cartagena. No me explico cómo tuvo confianza con este individuo. Todo el mundo sabía a Manresa que otro capitán más infame, estaba en las manos de la Guardia Civil suponiendo que lo tenían prisionero, mascarada ridícula, puesto que una de las tantas veces que nos llamaron por varios asuntos concernientes a los efectos militares Ferrándiz y yo, Grau el que escribe, cuando el capitán Ramírez de Cartagena nos vio llegar, nos dijo – “caramba uds. dos siempre van juntos”. A la que contestamos que las responsabilidades del departamento de milicias nos concernían a los dos por la misma autoridad.

Milicians de la Columna Terra i Llibertat, posen davant un blindat artesanal o “tiznao“, segurament fabricat per ells mateixos.

Benvinguda a Madrid al primer contingent de la Columna Terra i Llibertat (setembre de 1936)
Habían ya preparado algunas, empezamos a beber en compañía tan falsa como peligrosa entre oficiales de la Guardia Civil y el resto de los que quedaban del Batallón23. El final parió la burra, el capitán Ramírez de Cartagena nos pide que siendo personas influentes dentro el Comité de Alianza Antifascista24 podíamos pedir la liberación del capitán Vicente Cañeta, el susodicho prisionero de la Guardia Civil, por la razón que no se había de matar a todo el mundo. Y dirigiéndose a mí, me dijo “Ud. Señor Grau en tanto que anarquista está en contra la pena de muerte”. Y le dije que tenía razón, y la tiene todavía, soy en contra de la pena de muerte, pero yo como el amigo Ferrándiz no podíamos responder de la opinión del resto del comité. Total, después de tan interesante tertulia, en la reunión plenaria del comité expusimos el caso. No [hay que] hablar nadie estuvo de acuerdo de dejar el cuervo, pero tampoco se hizo nada de [para] arrancarlo de las garras de la Guardia Civil. Y total el pájaro se escapó o lo hicieron escapar. Ferrándiz al llevarse el capitán Ramírez como técnico no lo guardó apenas una semana. Se dio el bote al otro bando. Demasiada buena fe por parte del compañero. ¿Y si [fue] el otro quien lo hizo escapar?
[Cabe] Recordar cuando de Manresa salimos las últimas fuerzas de la ciudad. Comunistas oficiales25 con [Rafael] Corvinos de responsable, unos cuantos poumistas y la Confederación con Grau delegado de centuria, que después el compañero [Carmelo] Muro se hizo [cargo] del segundo grupo que fue destacado en Cambrils. Todos fuimos adheridos a la columna del capitán Medrano comprendido [incluida] la guardia civil. Más tarde me decía un día el compañero Melitón Ferrer, hermano de Pedro Ferrer, dicho el loco: -“¿sabes lo que paso aquella noche que salimos para la defensa de la costa?” Le dije, “naturalmente, pues que la Guardia Civil saltó sobre la ocasión y se llevó con ellos el capitán Vicente Cañeto al que le facilitó la fuga”.
Desgraciadamente era verdad, pero nadie pensó [que] con este desalmado que se escapaba de nuestras manos, en el momento que escribo puedo decir que hace año y medio hablé con un compañero que había estado en un campo de concentración donde este infame capitán estaba de jefe de campo. Se hartó de matar a los pobres desgraciados prisioneros. ¡Quién sabe los muertos que habría habido si aquella noche hubiéramos sospechado la jugada que nos hacía la Guardia Civil si se hubiera empeñado en querer defender su prisionero! Hay que ver que hay individuos que su vida está ligada con la tragedia siendo ellos siempre los que juegan este papel de verdugos.
Es necesario que diga cuatro palabras sobre el compañero Ferrándiz. Si no me equivoco a la hora del deslinde de campos fue de los que volvió otra vez a la Confederación. Compañero muy enérgico e inteligente, según me dijeron que a la retirada de Aragón protegió su Centuria Roja26 con el fusil ametrallador y después no lo volvieron a ver más. A lo que aquivale [equivale] decir [que fue] otro de los compañeros que pagaron con su vida por defender un ideal de justicia. No era del alto Llobregat ni de Manresa, creo que era procedente de Vilanova [i la] Geltrú, pero de donde fuera, era un paladín de la libertad.
Después de los Hechos de Mayo 1937, de los cuales en Manresa no ocurrió nada de interés porque los unos y los otros nos quedamos a la expectativa. Me ausenté de la ciudad hasta el fin de la guerra, que pasa por detrás de la Montaña de Collbaix dirección de Francia donde he pasado el resto de mi vida.
Enrique Grau
Notes
1 Los nombres no nos son conocidos. Pasarisa podría ser Marcel·lí Parcerissa Casals, miliciano en 1936, aunque éste tenía también dos hermanos. Patri podría ser Patricio Garrote, de la sección de construcción, igual que el anterior. De Puig-reig se tiene constancia de un tal Ramón Cabra, que quizás fuese el que nombra.
2 Se refiere a Lluís Nicolau Fort, Ramon Faura Guitó, Josep Viladomiu Viñals, Ignasi Llimós Gràcia, Ramon Lladó Montraveta (o quizás Manuel Lladó Codina) y Josep Selga Viñas. Probablemente todos ellos formasen parte del grupo de la FAI llamado Amor y Voluntad.
3 En la Colonia Manent militaban los hermanos Valentí, Ramon y Joan Flotats, Ignasi Ferré, y los Pasarisa podrían ser Melitó Parcerissa Ors, o Zacarías Parcerisa Mosoll o bien Josep Parcerisa Balaguer y sus hermanos.
4 J. Vega, Antonio Moreno Alarcón, A. Sáez.
5 Ramon Planas y Josep Soler Castellà.
6 Grau escribe Layret pero Pedro Flores corrige la carta poniendo Aliet.
7 José Pellicer Gandía. Posteriormente estaría a cargo de la Columna de Hierro valenciana.
8 Posiblemente se refiere a la empresa propiedad de Pere Carreras i Roca, empresario textil. Que de joven, militaba en Acción Popular y fue uno de los fundadores de Falange. Con el establecimiento del franquismo ocupará varios cargos: desde teniente alcalde, líder local primero de Falange y después del Movimiento durante dos décadas. https://www.historiesmanresanes.cat/2015/03/la-falange-espanyola-durant-el-primer.html
9 Paulino Malsand Blanco, Pedro Cano, Josep García Narváez y Juan Valdés.
10 Pedro Ferrer.
11 Se llamó oficialmente Comitè Revolucionari Antifeixista de Manresa.
12 Ramon Casals Orriols.
13 Josep Font Vila, el “Tres-tres”.
14 El local de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, de la calle dels Esquilets, fue requisado por la CNT hacia el 23 de julio.
15 Hubo un grupo de cenetistas que salió de Manresa el 23 de julio con Manuel Ruiz Cintas, Ramon Delpeix, Juan Chela y otros. Probablemente Malsand salió a comienzos de agosto con otros cenetistas. Hay constancia de que el 16 de agosto partió otro grupo de cenetistas para unirse a la Columna Ascaso. Quizás todas estas historias se están entremezclando en la memoria de Grau aunque Malsand pudo haber partido con un grupo independiente.
16 Josep Ferrándiz Barberà.
17 El “deslinde de campos” quiere decir que los Sindicatos de Oposición votaron unirse a la UGT en lugar de volver a la CNT. A pesar de esa decisión mayoritaria algunas secciones y militantes de Oposición regresaron a la CNT. Otros comenzaron un acelerado proceso de estalinización como Augé que se unió al PSUC. En la última frase del párrafo Grau insinúa que Augé sirvió al franquismo.
18 Josep Corbella Suñé. Grau siempre escribió Curbella, que es como se pronuncia Corbella en catalán. En el texto hemos puesto el nombre correctamente, aunque en el manuscrito aparezca con “u”.
19 Josep Corbella Suñé, Antoni Camps Vives, Josep Cassassaies Rebordosa y Enric Grau.
20 Presumiblemente se trataba de Juan Asencio Sánchez y Josep Soler Castellà.
21 Se refiere a que el oro del Banco de España fue enviado a Rusia para avalar la compra de armamento soviético. La referencia a matar soldados tras pasar la frontera podría referirse a la invasión de la Vall d’Aran de 1944, en la que hubo varios casos de guerrilleros libertarios enrolados en las tropas liberadoras asesinados por estalinistas una vez llegados a territorio catalán.
22 Primera Centuria Roja. Salida el 30 de septiembre de 1936.
23 El Batallón de Ametralladoras nº 4 de Manresa se fue al frente el 2 de agosto, dejando atrás unos pocos oficiales y soldados.
24 Grau siempre escribe “fasista” o “antifasista”.
25 Se refiere al PSUC. El POUM eran comunistas heterodoxos o no estalinistas.
26 Estaba en el Batallón de Ametralladoras nº 12 del XII Cuerpo de Ejército, unidad sucesora de la Primera Columna Roja. Ferrándiz cayó en la batalla de la Sierra del Montsec.